Adiós, 2012...
Un año más.... y uno menos, también.
Algo difícil, como todos, pero también lleno de sensaciones y
alegrías que lo justifican hasta este momento en nuestra existencia como un
período vital de aprendizaje y experimentación.
A las puertas del 2013, no olvidemos recoger lo mejor del año que
se va, para que sus enseñanzas nos guíen en el largo camino que aún nos queda
por delante y sigamos haciéndonos cada vez más solidarios, más desprendidos, y
mejores, espiritual y culturalmente.
Sea esta transición cronológica un buen motivo para hallar la paz
que anhelamos y esperamos conservar a lo largo de nuestra común existencia.
¡F E L I C I D A D E S P A
R A T O D O S!