Cualquiera que fuera la forma de cultivo (surcos, camas,
macetas, etc.), siempre se deben seguir los siguientes pasos:
a) Limpiar
el lugar de todo material orgánico grueso y de difícil descomposición (papeles,
tallos y raíces del cultivo anterior) o de elementos inertes (piedras,
plásticos, vidrios, latas) que son un obstáculo para el crecimiento de las
raíces. Algunos jardines contienen restos de materiales de construcción como
trozos de ladrillos, concreto y fierro que deben ser eliminados del lugar.
b) Marcar
los surcos o las camas, siguiendo de preferencia la dirección de este (el brazo
derecho estirado en cruz apunta a la salida del sol) a oeste (el brazo izquierdo estirado apunta al ocaso) para
aprovechar mejor la luz solar. Los surcos se utilizan en BIOHUERTO de mayor
extensión porque facilitan las labores de cultivo y para regar a través de los
canales que se dejan entre los surcos, sobre todo cuando se cuenta con agua de
regadío como en el valle del río Rímac, cuyas aguas abastecen los centros de
producción como el Huerto de la Universidad Agraria. Pero en este sistema
tendremos menos plantas por metro cuadrado porque debemos dejar espacios libres
para la circulación del agua de riego.
El sistema más usado es el
camas, ya que nos permite colocar más plantas por metro cuadrado. Estas camas
son de 1 a 1,20 metros de ancho y de 4 a
5 metros de largo. En ellas podemos sembrar cultivos solos o en mezclas,
tratando de mantenerlas siempre completamente llenas.
c) Rociar
el estiércol a razón de 1 – 2 kg por cada metro cuadrado. Se hace necesario que
no se utilicen para el abono de tierras el estiércol animal, sin sufrir antes
una transformación completa en los estercoleros, con el fin de no contaminar el
suelo. El estiércol debe estar seco (nunca fresco) y debe provenir de granjas
conocidas. Debe estar limpio y libre de restos de rastrojos gruesos como tallos
gruesos y paja.
d) Utilizando
el trinche, aflojar el suelo.
e) Remover
el suelo, utilizando una lampa recta, introducirla y remover toda la capa
superficial. A la vez con esta operación, estamos incorporando el estiércol.
Este paso se conoce como VOLTEADO del terreno.
f) Al
remover el suelo encontraremos partes duras o terrones que serán necesario
deshacerlos con la ayuda de la lampa o rastrillo. Esta operación se conoce como
DESTERRONADO.
g) El
suelo quedará removido, bien aireado y fertilizado en forma natural con el
estiércol incorporado. Utilizando el rastrillo se “peina” el suelo, aplanándolo
pero sin compactarlo. Por esta razón tampoco se debe pisar el suelo preparado.
Esta operación se conoce como NIVELACIóN.
h) Por
último, aplicar COMPOST o HUMUS DE LOMBRIZ sobre la superficie, a razón de 1 a
2 kg por metro cuadrado. Incorporarlo superficialmente ayudándose con una
lampita de mano. Volver a nivelar con el rastrillo.
Con esta operación el suelo estará en las mejores condiciones
para producir. El suelo bien preparado debe tener una consistencia suave y
porosa, donde los dedos de las manos penetren sin dificultad.
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