El niño saludable

Hoy tenemos que desechar la idea de que el niño gordo es el saludable; hay que tomar como paradigma al niño sano y bien proporcionado. En vez de permitir que se acumule grasa en la infancia, sería más prudente reducir la ingestión de lípidos y cambiar pronto de las grasas animales a las no saturadas; o sea, de leche de vaca entera a leche descremada, o a alguna fórmula de patente.

        Investigaciones con animales y humanos indican que lo que ayuda a aliviar la tensión no es tener lleno el estómago, ni el sabor de los alimentos, sino el simple acto de masticar ( masticar despacio de 20 a 25 veces, disfrutando lo que se come). Algunas personas cuando están tensos comen excesivamente. Es conveniente comer lentamente, masticar bien y alimentarse en horarios definidos.

        Muchas personas excedidas de peso requieren mayor variedad e intensidad de sabores, aromas y texturas que la gente delgada. Si se les priva de esa variedad e intensidad, siguen comiendo, pues no se sientan satisfechas. Según la investigadora, doctora SUSAN SCHIFFMAN, sería deseable que hubiera en las tiendas de autoservicios productos que realcen el sabor y el aroma. Por ejemplo, la lechuga tiene pocas calorías, pero también poco sabor, lo que la hace ideal para comerla con aceite, que acentúa un  poco el sabor y el aroma, pero no es pobre en calorías. Usando un agente que dé sabor, podremos lograr el mismo efecto sin recurrir al aceite.

        Investigue el uso de utensilios de cocina de la firma Rena Ware, un sistema que logra excelentes ensaladas de vegetales con  sabor, color y aroma sin usar aceite.

        En el Perú, gracias al área de investigación de la Universidad Cayetano Heredia y la empresa privada Proteicos Concentrados han logrado una Proteína Purificada de pescado en polvo que ha disminuido enormemente el olor y sabor del pescado y que en sólo 100 gramos se obtienen 80 gramos de proteína pura. Permite que al combinarla en ensaladas, cereales y en los alimentos en general obtener proteína animal de buena calidad y no engordar.

Leche de almendra.

1.    Colocar las almendras a remojar en agua por 10 minutos.

2.    Luego, sancochar por 30 minutos  en una Olla Rena Ware.

3.    Licuar y separar.